El diseño de los elementos de tu jardín va a desempeñar un papel importante en la visualización de la decoración de este. Algunos aspectos importantes que tienes que cuidar a la hora de planificar y decorar tu jardín te van a facilitar mucho las cosas.
Las líneas y trazos en tu jardín.
Indice
- 1 Las líneas y trazos en tu jardín.
- 2 La luz en tu jardín.
- 3 Las texturas en tu jardín.
- 4 Las formas son importantes en el diseño de tu jardín.
- 5 Utiliza la escala en tu jardín como un recurso de volumen.
- 6 Diseña patrones en tu jardín.
- 7 El equilibrio en tu jardín.
- 8 La unidad en tu jardín produce belleza.
- 9 Crea contraste para la diferenciación de los matices.
- 10 Da color a todo tu jardín para un diseño vivo.
- 11 Ritmo en tu jardín para romper la continuidad.
- 12 Cambia, sorprende, añade la variedad a tu jardín.
Este es uno de los aspectos más importantes y útiles dentro de los elementos del diseño en tu jardín. Todo jardín dispone de líneas. Piensa en el tronco de un árbol, el horizonte, la línea creada cuando el césped termina, las jardineras a modo de separación en tu jardín. Una valla, un paso japonés, los bordillos que tengas en tu jardín, todos estos accesorios en la decoración de tu jardín marcan una línea de acceso. Al planear y diseñar tu jardín, siempre tienes que tener en cuenta la línea que se crea con todo aquello que agregas.
Hay cuatro formas principales para describir líneas:
- Curvas.
- Rectas.
- Líneas horizontales.
- Líneas verticales.
Ninguna es más importante que las demás ya que cada una tiene diferentes efectos que complementan a las demás.
Con los trazos o líneas fuertes en tu jardín vas a conseguir dirigir la atención y el ojo de tus visitantes para atraer la atención al sitio deseado.
Las líneas curvas dan forma a las camas de tu jardín informando y añadiendo interés a las vías que tengas dispuestas entre ellas.
Las líneas rectas evocan un sentido de orden y una nitidez que es más formal, dando disposición a tu jardín y creando un sentido de organización.
Las líneas horizontales crean un sentido de estabilidad. Piensa en el océano y cómo su gran extensión se encuentra con el cielo, creando un sentido irrefutable de tranquilidad y majestuosidad. Estas líneas horizontales en tu jardín causan esa misma sensación.
Las líneas verticales son las que proyectan la sensación de fuerza y movimiento.
No importa el tipo de líneas que utilices, ten en cuenta que las líneas dirigen y tienen el propósito de conducir la vista.
Las líneas horizontales en el terreno reducen la velocidad.
Las líneas verticales dirigen la vista hacia arriba e incluso fuera del propio jardín.
Las líneas curvas, por el contrario hacen que el ojo decida realizar un viaje mediante una observación más amplia de todo lo que le rodea.
Así que todas las líneas que planees implementar en tu jardín van a dar su fruto, solo depende de ti y del juego que quieras sacarle a cada una de las líneas que quieras utilizar.
La luz en tu jardín.
La luz es un aspecto vital en la forma y dimensión que adquiere nuestro jardín. Tanto las sombras como la luz, cambian la forma e intensidad de los colores trabajando juntos.
Aunque no vas a poder controlar al luz natural, sí que es cierto que puedes jugar con sus matices, efectos y hasta su intensidad.
La luz brillante tiene el mismo impacto que el color cálido y avanza visualmente, lo que hace que un objeto o área lo podamos sentir más cerca de lo que realmente esta.
¿Quién puede negar que la luz dé a las plantas vida?
Ten en cuenta que la luz puede ser natural o artificial. Es fácil añadir un sistema de iluminación de bajo voltaje para extender tu disfrute en las horas de noche que pases en tu jardín. Para lograr los diferentes efectos que puedes lograr, solo necesitas colocar en diferentes posiciones o adquirir diferentes accesorios para tal fin.
Con la luz y su utilización en el jardín, tienes ilimitadas posibilidades, desde añadir fondo a las siluetas de figuras de jardín, a un árbol o arbusto, hasta dotar de iluminación lateral a vallas, creando y produciendo efectos dramáticos en pasos y senderos junto a estas.
Las texturas en tu jardín.
Puedes combinar una gama de bellas plantas medianas con textura gruesa para lograr el equilibrio entre diferentes zonas de tu jardín.
La textura es un recurso que evoca respuestas emocionales, tanto en forma táctil como visual ya que mediante el uso correcto de este recurso podemos invitar a tocar.
Puedes utilizar la textura de las plantas de tu jardín para contrastar grupos de ellas o minimizar las líneas arquitectónicas que tengas implementadas.
A este respecto y ayudándote de la textura de tus plantas podrías dividirlas en tres grupos básicos según estas texturas.
Plantas de textura gruesa.
Plantas de textura mediana.
Plantas de textura fina.
Las plantas de textura gruesa, tienen componentes grandes o audazmente táctiles, como las hojas del ruibarbo.
Si buscas algo mucho más fino en cuanto a textura, puedes utilizar una infinidad de helechos y pastos de estructura delicada.
Tanto una como otra textura en las plantas, las puedes utilizar para dar volumen a una pérgola, si enredes según que planta y aprovechas esa textura que te da, el poste de tu pérgola cambiara con la textura de la planta elegida.
Un césped ornamental, cuando se ve solo, puede parecer una planta de textura fina. Sin embargo, cuando se compara con una «zoysia japonica» que su textura es mucho más fina, adquiere un aspecto más grueso.
Con este fin, los cambios en las texturas pueden ser sutiles y utilizar dichas texturas de diferentes plantas y objetos en una mezcla que armonice entre ambos.
En tu centro de jardinería y tiendas especializadas, vas a encontrar un sinfín de texturas, unas más lisas o espinosas, con volantes y un montón de maneras para combinarlas entre si y lograr tanto repetición, contraste, equilibrio o incluso unidad. Todas estas formas hacen que obtengamos un jardín magnifico.
A menudo el atractivo de la textura de las plantas se encuentra en sus hojas. Tomate tiempo para observarlas y decidir qué tipo de textura es la más adecuada para el jardín que estas diseñando.
Las formas son importantes en el diseño de tu jardín.
Tanto los árboles como los arbustos pueden tener muchas formas. Un buen paisaje incluye plantas con dos o tres formas contrastables.
Un diseño de jardín sin fuertes contrastes en sus formas se vuelve tan confuso como una melodía sin ritmo. La forma y silueta de las plantas y otros objetos en el jardín hacen dividir el espacio, incluyendo áreas y proporcionando interés arquitectónico.
Agrupando diferentes plantas puedes conseguir formas y crear varios efectos.
Las formas redondas, añaden definición y estabilidad a los bordes.
Los robustos perfiles verticales de una valla pueden crear la sensación de seguridad e integridad.
Utiliza la escala en tu jardín como un recurso de volumen.
La escala o proporción, es la relación de tamaño de un objeto con respecto a otro.
Un árbol de 12 metros de altura, estaría fuera de lugar en un pequeño jardín, sin embargo el mismo árbol mucho menos alto, sería un complemento perfecto.
A este respecto, considera el tamaño máximo de un árbol antes de plantarlo. El árbol más hermoso del mundo, no lucirá como debe si se eleva sobre la parte frontal de tu casa y su tamaño es excesivo si no guarda relación con el entorno.
Si el árbol que vas a plantar supera la cota de altura de tu casa, será mejor que lo plantes en el jardín trasero de tu casa.
Diseña patrones en tu jardín.
El patrón es la repetición de las formas siguiendo un orden.
Este patrón crea el ritmo, así como el encanto. Refuerza la textura y el contraste de tu jardín.
Al crear patrones, piensa en el aspecto de la luz y la sombra como parte de esa armonía.
Utiliza el patrón para llamar la atención sobre un área, pero ten cuidado de no exagerar en diseños llamativos ya que pueden cansar y abrumar.
Este principio lo puedes aplicar a la hora de crear fondos e incluso como una manera perfecta de dirigir a tus invitados a través del jardín.
El equilibrio en tu jardín.
Se consigue el equilibrio visual cuando los elementos a cada lado de un eje real o imaginario son iguales.
Si pones demasiado énfasis en un lado del jardín tu visión va a estar más pendiente de esa zona que no del jardín en su conjunto global.
Hay dos tipos básicos de equilibrio:
Simétrico o llamado formal.
Asimétrico o denominado informal.
Al establecer el equilibrio, es necesario determinar un punto de referencia central del que extraer un eje. Podrías ayudarte de la puerta de entrada, un árbol en tu jardín trasero, o cualquier otro objeto que sea un punto focal.
Simétrico, o formal, el equilibrio es la manera más fácil de ver y entender un jardín bien diseñado.
En cuanto al equilibrio formal, no siempre puede ser la solución perfecta si queremos incluirlo en una casa o jardín de estilo. Es posible que el equilibrio informal sea la opción válida para este tipo de decoraciones.
Por ejemplo, un gran árbol en la parte izquierda puede ser equilibrado por tres más pequeños a la derecha. O una gran masa de colores fríos en un lado puede equilibrar una pequeña porción de colores calientes en el otro lado.
La unidad en tu jardín produce belleza.
La unidad está basada en un principio de adhesión. Esto se forma y ocurre cuando todos los básicos del diseño de tu jardín, así como sus principios, se unen en un todo armónico y equilibrado.
Si te centras en la armonía, conseguirás unidad.
A veces la simplicidad de formas consiguen este propósito y muy probablemente obtener un diseño unificado hacen que la sensación de plenitud sea la que se buscaba.
Una buena estructura en el diseño general, combinado con elementos sólidos que responda a tus necesidades de servicio y disfrute crea el escenario perfecto en el que se puede colocar las plantas, árboles y arbustos que necesitas para sentirte orgulloso de tu trabajo.
Crea contraste para la diferenciación de los matices.
El contraste hace hincapié en la diferencia entre una planta o un objeto y su entorno.
El uso del contraste es la mejor manera de evitar la previsibilidad en un jardín. También agrega una sensación agradable de tensión entre los elementos que utilices.
Como la mayoría de los principios del diseño de jardines, el contraste lo vamos a utilizar de forma moderada y prudente, para que no cause un exceso de utilización y por tanto creemos el efecto inverso al deseado.
Puedes crear un efecto de contraste mediante la manipulación de diversos elementos como la forma, la textura y el color.
Puedes contrastar texturas de materiales variables, tales como ladrillos y grava o texturas vegetales, como una magnolia de hojas coriáceas junto a un cedro o enebro.
En cuanto al contraste, los colores de las flores te pueden ayudar. Para conseguir una eficacia aun mayor, debes usar los colores mediante separarlos ampliamente en la rueda de color.
Por ejemplo, el rojo y el verde, el morado y naranja e incluso amarillo y azul representan el mayor contraste en el color. También puedes contrastar hojas variadas con colores sólidos o las hojas verdes y moradas.
Da color a todo tu jardín para un diseño vivo.
El color seduce la vista, evoca el estado de ánimo y refleja las estaciones anuales.
Como una herramienta poderosa y unificadora, el color tiene efectos predecibles. Los azules frescos, los púrpuras y verdes calman y dan paz, mientras que los rojos cálidos, naranjas y amarillos dan vida y estimulan nuestros sentidos.
La verdadera diversión viene en la expresión de su personalidad mediante la combinación de los colores. Algunos colores compiten por la atención; otros armonizan.
Aunque las flores son las joyas de nuestro jardín, implantar demasiados colores diferentes puede dar la sensación de caso. Recuerda que un equilibrio en la paleta de colores que utilices y que armonices de forma sutil va a generar un efecto mucho más agradable.
Ritmo en tu jardín para romper la continuidad.
El ritmo y la repetición se producen cuando se coloca correctamente las características del contraste. El ritmo evita la monotonía.
Tu jardín puede ser completo en casi todos los sentidos y parecer ordinario hasta que no introduzcas el ritmo.
Ritmo no requiere necesariamente la repetición literal. Se puede lograr mediante el uso de líneas.
Otro ejemplo de ritmo es el cambio gradual a lo largo de una cama de siembra de colores cálidos y texturas gruesas de colores más fríos y las texturas más finas, y luego vuelta al grueso cálido.
Puedes conseguir este efecto, mediante plantar estratégicamente plantas que entren en floración y luego no tengan flores a continuación de otras que intercambien ese ciclo para obtener un ritmo visual.
Cambia, sorprende, añade la variedad a tu jardín.
Así como eliges a tus invitados para una cena y te preocupas por sus intereses y conoces sus personalidades, para conseguir fines comunes, así pasa con la combinación de variedades de plantas para tu jardín, en todo momento tenemos que conseguir elegir las que sean compatibles.
Los acentos y puntos focales sirven para hacer un paisaje más interesante. Úsalos con moderación pero reálzalos para maximizar su impacto individual.
A menudo, un elemento de interés único añadido a una escena monótona puede ser el punto revulsivo que dote la estancia de variedad y diferencia que buscamos.
Diseña tu jardín utilizando diferentes métodos para conseguir tus fines.
Utiliza líneas y trazos para dar organización a tu jardín.
La luz y la textura junto con la forma y la escala van a dar un mayor realce en la decoración.
Usa el patrón, el equilibrio y la unidad para dar movimiento.
Sírvete del contraste, el color y el ritmo para que tu jardín no sea monótono.
Todo esto junto con la variedad dan como resultado un jardín en el cual vas a poder disfrutar de muchos momentos satisfactorios, consiguiendo un lugar no solo elegante, sino que además ideal para relajarte.