Como mantener el agua limpia en las fuentes de jardín.
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Nuestras fuentes al aire libre dan un toque de elegancia y comodidad a nuestros huertos caseros, patios, terrazas o jardines. Aunque es fácil su mantenimiento, la acumulación inevitable de sucidad, escombros y algas significa que tenemos que estar pendientes de limpiar regularmente la fuente, proteger y mantener limpia su agua el mayor tiempo posible, que en cada caso será diferente, según la zona en la que tengamos instalada nuestra fuente.
A continuación te mostramos algunos consejos útiles para mantener de forma fácil y eficaz el agua limpia de tu fuente de jardín y también el mantenimiento de esta.
1.- Desconecta el bomba de la fuente.
Este proceso se ayudara a eliminar la posibilidad de una descarga eléctrica mientras la manipulas. Tira y drena el agua de tu fuente y quita la cubierta del motor para sacar la bomba.
2.- La bomba y su limpieza.
Limpia alrededor de los orificios de la bomba con un cepillo de dientes impregnado en detergente suave o neutro para eliminar los residuos, suciedad o algas que se han acumulado alrededor de la bomba. Enjuaga la bomba debajo de un grifo para eliminar el exceso de jabón y aclárala con abundante agua. Deja que la bomba se seque al aire libre, antes de ponerle la tapa al motor.
En nuestro articulo, fuente de jardín. Cuidado y mantenimiento del motor de la fuente. entramos con más detalle en la forma adecuada para realizar esta labor.
3.- Vierte, vuelca y vacía el agua del interior de la fuente.
Para acometer esta labor, puedes usar un aspirador especial de succión de agua y así eliminar en su totalidad el agua restante.
Una idea para facilitar esta actividad de vaciar por completo el agua de nuestra fuente, es a la hora de instalarla, dejarle un desagüe en la parte más inferior del plato que nos ayude con este trabajo.
Retira cualquier guijarro o piedra de la parte inferior de la fuente, en caso de que hubieras añadido este tipo de piedras para darle un toque diferente a la decoración de tu fuente y límpialas en agua con detergente neutro. Agita las piedras para eliminar los residuos ocultos. Enjuaga las piedras a fondo para eliminar cualquier residuo de jabón.
Con los reemplazos de agua, asegúrate de ponerle a esta, agentes protectores para su duración, como enzimas limpiadoras o cloros. Un aspecto, con el que tenemos que tener especial atención, es a la hora de cambiar este método y utilizar unas gotas de lejía o incluso vinagre para mantener más tiempo el agua limpia.
Ten en cuenta que este último método podría ser perjudicial tanto para las plantas, en caso de salpicaduras de la fuente, como para animales domésticos que podrían beber del agua que tuvieramos en los distintos platos de la fuente o incluso, si esta dispusiera, de estanque.
Extrema las precauciones en caso de utilizar este último método.
4.- Limpieza
Lava el interior de la fuente con un paño no abrasivo o esponja y detergente.
Usa un removedor de cal de calcio si los depósitos de agua dura se han acumulado en el interor de la fuente.
Limpia a fondo el interior y enjuaga con una manguera para eliminar cualquier residuo de cal o jabón.
5.- Monta nuevamente la fuente.
Coloca tu fuente en su posición original, añade las rocas y piedras que antes quitaste para su limpieza.
Llena la fuente con agua nueva y limpia.
Añade la bomba y vuelve a conectarla para renovar la circulación del agua en tu fuente y su funcionamiento.