Las técnicas en jardinería para tiempos de sequía y prolongadamente secos son muy eficaces para poder salvar tus cultivos y poder cuidar y proteger tus plantas ante estos sucesos que pueden ser devastadores para tu jardín.
En tiempo de sequía puede ser difícil que las plantas puedan obtener el agua que necesitan para sobrevivir y prosperar en su crecimiento hacia la madurez.
Puede pasar que en tu región o comunidad los embalses se estén secando para la época de calor o incluso que haya una restricción de agua, así que en tal circunstancia, no tienes otro remedio que reducir al mínimo la cantidad de agua que puedas darle a tus plantas.
Pero, ¿cómo puedes mantener tu planta saludable durante este tipo de épocas?
Trata de pensar como una planta, si entiendes cómo se pone una planta y utiliza el agua, será mucho más fácil de averiguar cómo crear y mantener tu jardín de forma eficiente y con el agua necesaria.
Y ahora te preguntas, ¿Cómo lo hago?
La mayoría de las plantas absorben muy poca humedad a través de sus hojas, casi toda el agua que necesitan tiene que ser absorbida a través de sus raíces, así que las plantas que tengan más raíces estarán mejor preparadas para encontrar y absorber la humedad.
Un sistema radicular bien desarrollado con un montón de pequeños pelos radiculares tipo esponja es el mejor y más seguro de los sistemas para que una planta pueda sobrevivir a condiciones de sequía, por ello y teniendo esto en cuenta, tienes que ser previsor y hacer que tus plantas, en tiempo de bonanza, puedan desarrollar este tipo de sistemas para protegerse en caso de épocas de sequia.
Para que una planta pueda desarrollar un buen sistema en la raíz, las raíces tienen que ser capaces de empujar para expandirse por el suelo y para hacer esto, tienen que estar trabajando en un suelo suelto que no sea duro y compacto.
Para esto, tienes que ayudar a crear las buenas condiciones para el crecimiento de las raíces mediante romper el suelo de tu jardín en caso de que sea duro con un tenedor u horquilla y sobre todo mediante la adición de materia orgánica.
Mezcla la materia orgánica con las partículas del suelo nativo y afloja el suelo para que sea mucho más fácil a las raíces extenderse en todas direcciones.
La materia orgánica como el compost, la turba de musgo y las hojas trituradas son otros ejemplos importantes a la hora de ayudar a las raíces a tener acceso a la humedad.
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La incorporación de estos materiales hará que tu tierra sea mucho más porosa para que el agua que se aplica a la superficie del suelo no se escurra, sino que más bien se mueva o filtre hacia abajo y pueda llegar con facilidad a la zona de las raíces, que es donde hace su verdadero trabajo de sustento a la planta.
El suelo que contiene una gran cantidad de materia orgánica también puede retener mucho más la humedad.
La absorción de la humedad es una de las partes más importantes a la hora de poder hacer crecer tus plantas más jóvenes.
Cuando las condiciones de humedad alternan radicalmente entre húmedas y secas, los pelos radiculares se estresan y pueden llegar a dañarse en la raíz, por ello, cubrir la superficie del suelo con una gruesa capa de mantillo reduce la perdida de agua por evaporación, y no menos importante, ayuda a mantener un nivel de humedad constante en el suelo para mantener dichos pelos, que son muy delicados, saludables.
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Todo sobre las hojas.
Las plantas no absorben mucha agua a través de sus hojas, pero no pierden tampoco el agua a través de ellas. De hecho, el 98% del agua absorbida por una planta sale a través de los poros microscópicos (llamados estomas) en las hojas de la planta.
Esta «exhalación» de vapor de agua, llamada transpiración, es una parte necesaria del proceso metabólico de la planta para absorber los nutrientes del suelo.
La transpiración también ayuda a las plantas a refrescarse en tiempo caluroso.
Dicho esto, hay varias maneras de minimizar la cantidad de humedad que tus plantas pierden a través de sus hojas.
Protegerlas del exceso del sol y calor puede ser una de ellas.
Al final del día el sol es especialmente caliente, así que es una buena idea proporcionar a tus plantas un poco de sombra por la tarde.
Hacer uso de los árboles en tu jardín, para poner un techo de celosía sobre tus plantas a modo de cubierta, o simplemente plantar sabiamente plantas altas que puedan proporcionar algo de sombra a las plantas más bajas, es otra idea para protegerlas.
Recuerda que las hojas caídas en una tarde calurosa no siempre son motivo de alarma.
Bajo los rayos de un sol caliente, algunas plantas son capaces de cerrar sus estomas y reducir la transpiración. Es un mecanismo de defensa natural. Una vez que se pone el sol y la temperatura del aire comienza a enfriarse, las plantas volverán a sus funciones normales y las hojas volverán a tener la apariencia de siempre.
Otra forma importante de reducir la pérdida de humedad a través de las hojas de tus plantas es protegerlas del viento.
En la primavera, las camas recién sembradas quedan regadas una vez, y luego las puedes cubrir con tela de jardín.
Esta cubierta mantiene la superficie del suelo para que no se seque y también protege a las plantas del viento.
Las plantas jóvenes son especialmente vulnerables a la pérdida de humedad, ya que no han establecido lo suficientemente bien un sistema de raíces para mantenerse hidratadas.
También puedes plantar árboles y arbustos para crear barreras naturales contra el viento en varios lugares alrededor de tu jardín.
Como puedes observar, el proteger tu jardín en tiempo de sequía no sólo es tomar acciones en el momento sino que además para obtener esos resultados tienes que haber sido previsor en algunos detalles que van hacer que pese a la sequía todo tu jardín luzca de forma excepcional.
Al margen de esta información, en mi artículo “riego eficaz de un jardín” podrás encontrar información valiosa en cuanto a este tema que a buen seguro espero que te pueda ayudar para poder prevenir y proteger tus plantas e incluso todo tu jardín de las épocas en las que la sequía sean persistentes.